Jabulani, Messi y la crítica menos pensada

Ni el más acérrimo enemigo comercial de adidas lo hubiera imaginado. La pelota Jabulani, creada por la marca alemana para disputar los partidos del Mundial 2010, ha sido centro de críticas de todo tipo, aunque esto es lo que sucede generalmente, al menos en los últimos años, cuando un nuevo balón se presenta ante la disputa de algún torneo relevante.

Jugadores de varias selecciones que juegan la Copa FIFA en Sudáfrica, sobre todo arqueros, dispararon con munición gruesa hacia el balón oficial, tanto en la previa del torneo como luego de sus debuts mundialistas.

Sin embargo, el domingo surgieron unas palabras que, a pesar de ser simples, retumbaron como una bomba en Herzogenaurach, Alemania, la sede central de adidas: Leonel Messi, embajador mundial de la propia marca, se sumó a la ola de críticas.

La pelota es muy complicada para los arqueros, para nosotros. No le agarramos la mano todavía, ojalá que pronto nos vayamos acostumbrando, porque no nos queda otra”, admitió ante los medios Messi, tras el triunfo argentino ante Nigeria.

La empresa se tomó su tiempo para la respuesta: recién ayer, el vocero Oliver Brüggen señaló escuetamente: “estamos seguros de que Messi se acostumbrará a la pelota y seguirá teniendo actuaciones extraordinarias en el Mundial“. Además, relativizó la lluvia de críticas hacia Jabulani, tildándolas como “parte del Mundial, como también lo es el partido inaugural“.

El hecho es que la pelota ha sido probado intensamente y desde el 4 de diciembre de 2009 está en acción en las ligas internacionaes y hasta ahora no hubo quejas“. Al respecto, Brüggen no está alejado de la realidad: por ejemplo, en el último Torneo Clausura 2010, en el que se coronó Argentinos Jrs., se utilizó el mencionado balón, y lo cierto es que no se registran declaraciones negativas de los jugadores acerca de él.

Por supuesto que no tenemos ninguna influencia en las opiniones de nuestros deportistas“, concluyó el portavoz de la marca de las tres tiras, como para descomprimir definitivamente -al menos de forma pública- la situación.